Lágrimas: Composición y funcionamiento

Lágrimas

Las lágrimas son una mezcla de secreciones de las glándulas lagrimales principal y accesorias, de las células caliciformes y de la glándulas de Meibomio.

Lágrimas oculares: Propiedades

– Tienen una concentración elevada de proteínas, sobretodo albúmina, immunoglobulinas y lisozima (estas dos últimas muy importantes en su actividad antimicrobiana)

– La lágrima también contiene glucosa, urea y diversos electrólitos.

– El ph medio de las lágrimas es 7.35.

– La película lagrimal se rompe cada 10-20″ y desencadena el parpadeo por vía refleja, recubriendo de nuevo la córnea con una nueva película.

Tanto el parpadeo como la secreción lagrimal permiten la limpieza mecánica del saco conjuntival, que se completa con la acción bactericida de la lisozima.

Lágrimas oculares: Composición

La película lagrimal no es una sustancia homogénea, sino que está compuesta de tres capas: la más profunda es una capa de mucina, la media es acuosa y la superficial es lipídica.

  • La capa mucinosa esta compuesta por mucina, una glicoproteína.

La mucina permite que el líquido lagrimal adquiera las características de gel y se pueda constituir la película lagrimal. Es una capa muy fina que recubre las células epitelialies de la córnea y la conjuntiva.

La mucina es secretada por las células caliciformes conjuntivales y las glándulas lagrimales. Su función es aumentar la tensión superficial de la córnea para facilitar que la secreción lagrimal acuosa se extienda en su superficie homogeneamente.

  • La capa acuosa esta compuesta por sales y proteínas. Es secretada por la glándulas lagrimales principales y accesorias.

Se extiende por la córnea gracias a las fuerzas de tensión superficial y por el parpadeo. La capa acuosa es responsable de las variaciones en el grosor de la lágrima. Se trata de una capa inestable y que por si sola no es capaz de proteger la superficie corneal si no existe una capa mucinosa adecuada.

  • La capa lipídica contiene componentes lipídicos que sirven para estabilizar la capa acuosa y retardar su evaporación.

Es secretada principalmente por las glándulas de Meibomio, aunque también participan las glándulas de Zeiss y Moll.

Eliminación de las lágrimas:

Las lágrimas se eliminan a través de la vía que forman los conductos lagrimales superior o inferior, el saco lagrimal y el conducto lagrimonasal. Pasan a los puntos lagrimales por atracción capilar, con la ayuda también de la gravedad y el bombeo del músculo orbicular de los párpados sobre el saco lagrimal.

Aumento de la producción de lágrimas

Cualquier estímulo irritativo o inflamatorio de la conjuntiva y la córnea (infecciones, alergias, traumatismos o cuerpos extraños) puede inducir el lagrimeo reflejo de los ojos: se producen lágrimas en exceso para eliminar las causas irritantes.

Las causas más frecuentes del aumento de la producción de lágrimas son: las infecciones de las vías respiratorias superiores (resfriados), la rinitis alérgica, la conjuntivitis (alérgica o infecciosa) y el síndrome del ojo seco.

El lagrimeo excesivo también puede ser inducido por la irritación de la superficie del ojo (abrasiones y úlceras corneales, irritantes químicos y queratitis), orzuelo, triquiasis (pestañas encarnadas), blefaritis (inflamación de los márgenes de los párpados), tracoma, glaucoma primario de ángulo cerrado y uveítis anterior.

Drenaje inadecuado de las lágrimas

Entre los adultos, la causa más común de lagrimeo es la estenosis (estrechamiento) de los conductos lagrimales, a menudo el resultado del proceso natural de envejecimiento, la dacriocistitis (infección del saco lagrimal) o malformaciones congénitas.

Otras causas de estenosis u obstrucción del drenaje nasolagrimal son las infecciones, el ectropión (párpado hacia afuera), el entropión (párpado hacia adentro), las quemaduras y los tumores que afectan al sistema de drenaje lagrimal.

Las condiciones que obstaculizan el flujo de lágrimas también incluyen enfermedades inflamatorias sistémicas (sarcoidosis y granulomatosis de Wegener), sinusitis, parálisis del séptimo nervio facial, lesiones (por ejemplo, fracturas naso-etmoideas, orbitales o nasales), enfermedad de la tiroides, síndrome de Sjögren y síndrome de Stevens-Johnson.

El lagrimeo también puede ser un efecto secundario de los fármacos quimioterapéuticos, los agonistas colinérgicos, las gotas para los ojos (especialmente el yoduro de fosfolina y la pilocarpina), la radioterapia y la cirugía ocular o nasal.