Pinguécula en el ojo

Pinguécula

La pinguécula es una degeneración elastótica de la conjuntiva, que se sitúa fundamentalmente en la conjuntiva bulbar nasal yuxtalímbica.

Su apariencia es la de una mancha amarillenta sobre-elevada que se acompaña de cierto grado de inyección vascular en su superficie.

Aunque el paciente suele estar asintomático, cuando se le presenta un agente irritante externo, la zona que primero se enrojece es la de la pinguécula; además puede inflamarse, acompañándose de una hiperemia localizada o pingueculitis, que no es más que un tipo particular de inflamación superficial del globo ocular.

El tratamiento consiste en la aplicación de lágrima artificial en los casos más leves, y antiinflamatorios esteroideos o no esteroideos tópicos en los casos más severos.

Pinguécula: Complicación

Son hiperqueratosis conjuntivales debidas a la degeneración de la conjuntiva del ojo, más frecuente en personas que reciben gran cantidad de radiación solar.

Son pequeños abultamientos de color nacarado o amarillento localizados preferentemente en la zona nasal de la córnea, aunque a veces también pueden aparecer en la zona temporal, pero en menor intensidad. Puede aparecer en un solo ojo o en los dos.

Puede inflamarse dando lugar a una pingueculitis, lo que puede verse favorecido por ambientes muy secos con viento y exceso de radiación solar.

No existe ningún tratamiento para hacerlas desaparecer, solamente se aconseja el uso de lubricación con lagrimas artificiales y en casos de molestias antiinflamatorios.

No afectan a la visión y rara vez se extraen con cirugía por causas estéticas.

Al contrario que el pterigion que sí debe operarse cuando es de gran tamaño e invade la córnea hacia la pupila del ojo, por afectar a la visión.

Pinguécula: Resumen

  • Lesión amarillenta-blanquecina que se desarrolla al lado de la córnea mas frecuente en el lado nasal, no invade córnea y es una lesión benigna.
  • No se conoce su origen.
  • No produce síntomas pero a veces puede inflamarse y producir ojo rojo.
  • Tto: antiinflamatorios en el caso de inflamación.

Tratamiento:

En la mayoría de los casos, no es necesaria una intervención urgente.

Sin embargo, es importante mantener esta enfermedad bajo control cuando aparece, como otras enfermedades de los ojos.

También es importante señalar que la pinguécula tiende a reaparecer una vez que ha sido tratado quirúrgicamente.

Debido a esta posibilidad (que se da en aproximadamente el 30%-40% de los casos), algunos pacientes optan por otros tratamientos.

Sin embargo, en los casos más graves, la cirugía sigue siendo la solución más eficaz.

Entre estos casos, dos en particular: la inflamación severa que no tiende a mejorar en absoluto y cuando el sarpullido se produce por encima de la córnea, es decir, cuando la calidad de la visión está directamente dañada.

En ambos casos, hay enrojecimiento cerca de la zona afectada y picor intenso.

El procedimiento quirúrgico en ambos casos no dura más de treinta minutos.

Después de la cirugía, el paciente debe llevar un vendaje muy opaco durante unos dos días (a menos que el especialista indique lo contrario).

Por otro lado, si se trata de un caso más sencillo, los médicos suelen recetar pomadas o gotas para los ojos.

Aunque son dos enfermedades muy similares, son dos condiciones diferentes.

El pterigión consiste en una anomalía de la vista que se manifiesta a través de la formación en el ojo de una excrecencia de color carne, similar al color de la piel y muy diferente del color amarillo de la pinguécula.

Puede aparecer en una forma diferente a la triangular; por ejemplo, puede ser redonda o con contornos alargados.

También cambia el área donde se forma, ya que el pterigión suele afectar a la córnea.

Cabe señalar también que esta segunda patología suele ser una consecuencia de la pinguécula.